martes, 1 de febrero de 2011

Uno nunca sabe, la gente sorprende ¿no? yo lo hago ¡seguro que sí! pero así soy y, eso, un día es bueno y al otro día es malo. Si no sos de los que discriminan entonces mis sorpresas son geniales aunque, obviamente, seguramente sea impactante.

La alegría y tristeza que uno puede transmitir va más allá de cómo sea la persona (color de piel, tono de voz, gustos en particular y ¡ah! las inclinaciones sexuales que elija para si)... el que lee sabrá de qué hablo y, si no, bueno ¡mala suerte!.

Susurro una canción y, de pronto, escucho "equivocarme es algo humano pero amarte es un pecado" muy linda frase, muy 'caramelito' pero ¿realmente alguien se puede creer semejante palabrerío?

Suspiro ¡cuánta gracia me da la gente! ¿será que, en momentos así, tengo que abstenerme a escribir? Esto traerá consecuencias (¿me importa?). No estoy siendo la adolescente que suelo ser, no pienso las frases dos veces (bueno, nunca lo hago) pero sé que mis incoherencias me van a bajar un escalón.

Digamos que, algunas palabras, molestan... molesta reírse en lugar de pegarle a alguien, molesta saber que la otra persona sabe exactamente de lo que estás hablando y tener que disimular porque es evidente que el receptor tiene cierto... asco ¿será?

Convengamos que no obligo a nadie a leerme ¿o si? pero, quienes leen con asco, están cordialmente invitados a cerrar la pestaña y no volver a abrir éstas páginas nunca más.

Me río como loca (o ¿simplemente debería escribir "me río"?) pero ¿qué mejor que la alegría; no? las risas son buenas para el alma, dicen, pero ¿qué si yo me río de bronca; también es bueno?... Estamos escribiendo incoherencias, incoherencias que escribo para descargar la furia interna (y externa) pero, está bien, escribir para sentirse mejor, está muy bien. Y sí... ahora, después de relajarme, de apretar teclas y más teclas, estamos bien.
Libertad que todos envidian, libertad que se hace extremadamente libre y, así es, la gente no se conforma ni con el pan ni con la torta; siempre cinco para el peso o animales con otras patas.

Vamos gente, tanta lucha de clases, tanta basura por loa barrios, tanta desgracia y nadie hace nada... si tanto molesta ¿porqué gritar desde un balcón?

¿Y qué si aquel pobre se sienta en el cordón? podría haberte pasado a vos, podrías haber sido uno con sida, uno con lepra, uno con fiebres y ningún remedio ni doctor que quiera tocarte.

Ancianas que miran con desprecio, esas son despreciables, no los chicos con sus ropas sucias y sus pantalones rotos. Si tanto molesta ¡hagamos algo para ayudarlos! no llorar, no reír, alcanzar un paquete de fideos, de galletitas, darles un kilo de pan ¿tanto te va a costar?¿tanto te van a ensuciar?

Y la gente no escucha, asiente con la cabeza y está pensando en otra cosa, en novios que no quisieron despedirse, en chicas que se entregan como si no valieran nada.
La gente es una mierda, por eso me dan asco, por eso es mejor no querer a nadie. Y si sueno resentida entonces ¡guarden sus comentarios y dejen esta página! Digo la verdad, tan clara como mis ojos oscuros pueden verla, tan olorosa como es. Si yo lo veo ¿porqué los demás hacen la vista gorda?